Reus’s sculptures often spring from a common object—a lock, a ladder, a no-parking sign—removed from its ordinary use to become a point of departure for the creation of sculptures that explore, expand upon, and contradict the physical properties and cultural baggage of its source objects. For nearly a decade, she has achieved this proliferation of associations by working in series, developing groups of sculptures out of her initial engagement with a given type of object: “The idea of multiplication or seriality can also be used as a rhythmic device for enforcing relationships to physicality.” These relationships are formed in the crux of Reus’s practice, which encompasses digitally designed forms, complex procedures of molding, casting, and 3D printing, and prolonged periods of finishing and adjustment by hand—all carried out using a dizzying array of materials, from aluminum, steel, and wood to resin, nylon, and fabric. The initial abstraction that distances objects from their usual role in the world denatures them, allowing other associations to seep in and lending her sculptures their otherworldly affect. Reus has described what she makes as “unreal things;” they might appear equally at home in an environment produced by CGI or a Surrealist tableau.

The result is an exhibition of complexity unprecedented in her work. Reus’s—and the world’s—pandemic isolation has prompted renewed consideration of the objects that surround us and of issues that are crucial to the themes coursing through A Sentence in Soil: the tensions between openness and confinement, our connections to the natural world as a source of both respite and anxiety, and how we have constructed the very idea of “nature” as well as the means we have created to engineer, experience, and understand it.

Magali Reus: A Sentence in Soil is made possible by leading support from the Mondriaan Fund. Generous support is provided by the Dallas Art Fair Foundation. Additional support is provided by Marlene and John Sughrue, the Netherland-America Foundation, and as part of the Dutch Culture USA program by the Consulate General of the Netherlands in New York.

En su segunda gran exposición en EE.UU., la artista nacida en los Países Bajos y establecida en Londres, Magali Reus, presenta una instalación de nuevas obras que examina cómo las formas de objetos simples y reconocibles pueden generar una inmediata cadena de asociaciones cuando son dislocadas de sus funciones originales.

Las esculturas de Reus suelen partir de un objeto común –un candado, una escalera, una señal de prohibido estacionar– que se aleja de su uso ordinario para convertirse en un punto de partida para la creación de esculturas que exploran, amplían y contradicen las propiedades físicas y el bagaje cultural de sus objetos de origen. Durante casi una década, ha logrado esta proliferación de asociaciones trabajando en series, desarrollando grupos de esculturas a partir de su compromiso inicial con un tipo de objeto determinado: "La idea de la multiplicación o la serialidad también puede utilizarse como un dispositivo rítmico para reforzar las relaciones con la materialidad". Estas relaciones son el núcleo de la práctica de Reus, que abarca formas diseñadas digitalmente, complejos procedimientos de moldeado, fundición e impresión en 3D, y prolongados períodos de acabado y ajuste a mano, todo ello realizado con una vertiginosa gama de materiales, desde el aluminio, el acero y la madera hasta la resina, el nailon y la tela. La abstracción inicial que aleja a los objetos de su papel habitual en el mundo los desnaturaliza, permitiendo que se filtren otras asociaciones que confieren a sus esculturas un efecto de otro mundo. Reus ha descrito lo que hace como "cosas irreales"; podrían parecer igualmente adecuadas en un entorno producido por CGI o en un cuadro Surrealista.

El resultado es una exposición de una complejidad sin precedentes en su obra. El aislamiento pandémico de Reus –y del mundo– ha provocado una reflexión renovada acerca de los objetos que nos rodean y de cuestiones cruciales para los temas que recorren A Sentence in Soil: las tensiones entre la apertura y el confinamiento, nuestras conexiones con el mundo natural como fuente tanto de sosiego como de ansiedad, y cómo hemos construido la propia idea de "naturaleza", así como los medios que hemos creado para diseñarla, experimentarla y comprenderla.

Magali Reus: A Sentence in Soil ha sido possible gracias al apoyo principal de Mondriaan Fund. Generoso apoyo ha sido provisto por el Dallas Art Fair Foundation. Apoyo adicional ha sido brindado por Marlene y John Sughrue, la Netherland-America Foundation, y como parte del programa Dutch Culture USA por el Consulate General of the Netherlands en New York.